El 30 de diciembre una noticia sacudió el mundo de la F1: tras tres años de retiro, Michael Schumacher regresa a la competición. Los rumores estuvieron siempre ahí, pero nunca se le dieron una credibilidad absoluta. Mucha gente opinaba que tres años eran demasiado tiempo para un deporte que evoluciona tan rápido como la Fórmula 1, otros decían que Michael siempre sería Michael y su regreso sería a lo grande. Mucho se habló del frustrado intento de regreso del kaiser este verano tras el accidente sufrido por Felipe Massa en Hungría. Ferrari confirmó a Schumacher como su sustituto para lo que restaba de temporada. Sin embargo, tras una serie de pruebas físicas, Michael decidió no regresar a la competición por una serie de dolores en su cuello provocados por una caída en moto en Murcia. Mucho se debatió de este tema, llegándose a decir que Michael no tuvo en ningún momento problemas en el cuello, sino que el test que había realizado a bordo del F2007 demostró que en velocidad no estaba a la altura. Aun así, el gusanillo de la competición le había entrado de nuevo, y comenzó a entrenar duramente de nuevo.
Mercedes GP confirmó su fichaje para las próximas tres temporadas a razón de 7 millones de euros por temporada, un sueldo relativamente bajo para el gran circo. Las preguntas comenzaron entonces. ¿Por qué regresaba el piloto más laureado de la historia? ¿Tiene más que perder que ganar? Está claro que Michael es quizás el mayor piloto de la década de los 90 y primera mitad de los 2000. Cuando comience el campeonato los ojos estarán pendientes de él. Tres años sin competir son muchos, aunque dicen que el que es un campeón lo lleva en la sangre y eso siempre está ahí. Mi opinión es que Michael necesitará varias carreras para encontrar el ritmo, sobre todo en un primer año que va a ser muy complicado, pero si él ha regresado es porque necesita un reto, y porque sabe que puede provocar y dar guerra. Tendrá un rival muy duro en la escudería, el joven Nico Rosberg, que aspira a conseguir por fin victorias. El joven alemán es muy rápido y consistente, y se le comparará carrera por carrera con Michael. En Ferrari muchos ojos le ven como un traidor, pero está claro que Schumacher abandonó la F1 en un gran estado de pilotaje, y aun siente que tiene mucho que decir, y opino que algo dirá. No sé si en estos tres años se proclamará de nuevo campeón del mundo, si ganará muchos, pocos o ningún gran premio... Pero el espectáculo está asegurado, y el mal momento por el que estaba pasando la F1 necesitaba de un resurgimiento como el de Michael. ¿Qué opináis vosotros de este retorno? ¿Puro capricho? ¿Necesidad de competir? ¿Lo hará bien o defraudará? La respuesta no llegará hasta dentro de dos meses, pero mientras tanto, nos toca a nosotros opinar.
Buenas noches, blogueros.
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